Para eso, utilizaron cañones de agua a presión, gases lacrimógenos e incluso, por primera vez en más de cuarenta años en la ciudad, una docena de vehículos blindados de la Gendarmería. También cerraron monumentos y museos de París, como la torre Eiffel o el Louvre. Además, desde primera hora de la mañana, 36 estaciones del metro y del tren de cercanía permanecieron clausuradas. Ahora, se espera la reacción del presidente de Francia, Emmanuel Macron, después del silencio que ha mantenido toda esta semana y que aporte elementos para ese diálogo. Pero sus reivindicaciones se han ampliado a cuestiones de poder adquisitivo e incluso muchos reclaman la dimisión de Macron.
Source: El Comercio December 08, 2018 03:43 UTC